viernes, 28 de octubre de 2016

Judas Tadeo y Simón Santos

Judas Tadeo y Simón Santos

Fiesta Litúrgica, 28 de octubre


Por: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net



Apóstoles

Martirologio Romano: Fiesta de san Simón y san Judas, apóstoles, el primero llamado Cananeo o Zelotas, y el segundo, hijo de Santiago o también Tadeo, el cual, en la última Cena preguntó al Señor acerca de su manifestación, recibiendo esta respuesta: «El que me ame, observará mi palabra, y el Padre mío le amará, y vendremos a él y haremos nuestra mansión en él».

Etimológicamente: Judas = honrado, alabanza a Dios, es de origen hebreo.
Etimológicamente: Simón = Dios le oye, es de origen hebreo

Breve Semblana

Hoy se celebra en toda la Iglesia universal la fiesta de estos dos apóstoles del Evangelio.

Simón pertenecía al grupo formado en Israel. Se llamaban los “zelotes”. Su fin era trabajar duramente contra la invasión romana en su país. Sin embargo, la escucha de la palabra de Cristo fue para él el descubrimiento a la universalidad del amor de Dios.

Judas se ha convertido en un de los santos más populares por los favores que concede a la gente en lo concerniente a la búsqueda de trabajo.
Esta devoción la vivió ya en su vida la santa Brígida. Se puede leer en su libro “Las revelaciones” el profundo respeto y devoción por este apóstol del siglo I de nuestra era.

¿Por qué razón celebran la fiesta el mismo día?

La cosa es muy sencilla. Cuenta la tradición que los dos iban siempre juntos en su rico y fecundo apostolado. El Señor lo llamó para completar el número de los doce apóstoles, encargados de ser los continuadores de la obra de Jesús en el mundo.

Se le llama Tadeo para distinguirlo del otro Judas Iscariote que traicionó, vendió al Señor por treinta monedas de plata y después se ahorcó.

San Judas escribió poco. Tan sólo una Carta suya se encuentra en la Biblia. La finalidad de su escrito era una crítica severa contra los gnósticos, una herejía que separa lo físico de lo espiritual. Lo físico o corporal es malo, y el espiritual es el bueno. Y los dos provienen mediante emanaciones del mismo Dios.

Su Carta termina con estas palabras:" Sea gloria eterna a nuestro Señor Jesucristo, que es capaz de conservarnos libres de pecados, y sin mancha en el alma y con gran alegría".

Los dos murieron martirizados de forma cruel.

¡Felicidades a quienes lleven estos nombres!


Oración a San Judas Tadeo

Apóstol gloriosísimo de Nuestro Señor Jesucristo,
aclamado por los fieles
con el dulce título de ABOGADO DE LOS CASOS DESESPERADOS,
hazme sentir tu poderosa intercesión
aliviando la gravísima necesidad en que me encuentro.
Por el estrecho parentesco
que te hace primo hermano de Nuestro Señor Jesucristo,
por la privaciones y fatigas que por El sufriste,
por el heroico martirio que aceptaste gustoso por su amor,
por la promesa que el divino Salvador hizo a Santa Brígida
de consolar a los fieles que acudiesen a tu poderosa intercesión,
obtenme del Dios de las misericordias
y de su Madre Santísima
la gracia que con ilimitada confianza te pido a Ti,
Padre mío bondadosímo,
seguro que me la obtendrás
siempre que convenga a la gloria de Dios
y bien de mi alma. Así sea.

Glorioso Apóstol San Judas Tadeo, ruega por nosotros. (Repetir 3 veces)

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

SANTORAL


Santoral

Judas Tadeo y Simón Santos
Fiesta Litúrgica, 28 de octubre ...

Un Dios que ora Lucas 6, 12-19. Viernes XXX tiempo ordinario.

Un Dios que ora
Lucas 6, 12-19. Viernes XXX tiempo ordinario. Ciclo C.Salía de Él una fuerza que sanaba.


Por: H. Iván Yoed González Aréchiga LC | Fuente: www.missionkits.org



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, Tú me has enseñado lo bello que es vivir, lo hermoso que es dar la vida, lo hermoso que es servir. Con un deseo escondido de mi corazón vengo a aprender tus pasos. Quiero caminarlos yo también, con la cruz bajo mis hombros, y la mirada puesta en Ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 6, 12-19
Por aquellos días, Jesús se retiró al monte a orar y se pasó la noche en oración con Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles. Eran Simón, a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y Juan; Felipe y Bartolomé; Mateo y Tomás; Santiago, el hijo de Alfeo, y Simón, llamado el Fanático; Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Al bajar del monte con sus discípulos y sus apóstoles, se detuvo en un llano. Allí se encontraba mucha gente, que había venido tanto de Judea y Jerusalén, como de la costa, de Tiro y de Sidón. Habían venido a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos. 
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Se pasó la noche en oración. ¿No es impresionante este pasaje? El Evangelio me sorprende una vez más. Señor, a veces me olvido de quién eras Tú, de cómo vivías, de cuál era tu móvil y de dónde se encontraba tu corazón. Noches, noches que pasabas en oración.
Mientras todos dormían, el Hijo de Dios rezaba en la tierra. Mientras muchos se encontraban en un profundo sueño, sumidos en futuras alegrías o en preocupaciones presentes, mientras muchos temían el porvenir y otros lo anhelaban, mientras todo parecía sin movimiento, Dios rezaba.
Todo, absolutamente todo, lo colocabas en el corazón del Padre. Todo lo que había en tu corazón, lo compartías con tu Padre y Padre nuestro. No buscabas solucionar cada problema en el instante, dedicarte a apagar incendios, improvisar en el activismo y desesperar en la realidad de una entrega limitada, no.
Eras paciente, sabías esperar, detenerte, contemplar, hacer una pausa de cuando en cuando para mirar a los ojos a Dios. No importaba si parecía pérdida de tiempo, no importaba si había cansancio. Era importante hablar con Dios. Él te fortalecía, Él era tu único sostén, tu único alimento, y Él fue quien te ayudó a concluir aquel camino estrecho de la cruz. Él, que es amor.
Señor, quiero aprender de Ti. Me pregunto, ¿es la oración mi puerto seguro, mi roca, mi verdadero refugio, el lugar donde se funda cada decisión de mi vida, la ocasión para encontrarme con quién más me ama y con quien más deseo amar? ¿Qué es la oración para mí?, ¿cómo la vivo?, ¿qué puedo imitar de Ti? Quiero aprender de un corazón que pasó tantas noches de su vida rezando a Dios. Quiero aprender a ver que había en Él…
“Jesús reza toda la noche a Dios, con frecuencia, porque es el gran intercesor. Y esto desde el primer momento. Jesús reza: ha rezado cuando estaba en la tierra y sigue rezando ahora por cada uno de nosotros, por toda la Iglesia.? Después de la oración, Jesús elige a los doce Apóstoles y dice claramente: “No han sido ustedes los que me han elegido a mí. ¡Soy yo quien los ha elegido a ustedes!”.¡Yo soy elegido, yo soy una elección del Señor! En el día del bautismo Él me ha elegido”.
(Cf Homilía de S.S. Francisco, 9 de septiembre de 2014, en Santa Marta).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy haré una visita a Cristo en la Eucaristía y pondré en sus manos aquello que sé que debo confiarle.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

martes, 25 de octubre de 2016

SANTORAL



Crispin y Crispiniano, Santos
Mártires, 25 de octubre ...

“La Ley no se ha hecho para hacernos esclavos” Homilía de este lunes en Santa Marta

“La Ley no se ha hecho para hacernos esclavos”
Homilía de este lunes en Santa Marta

El papa Francisco ha advertido de que detrás de la rigidez hay siempre algo escondido, en muchos casos una doble vida.


Por: Papa Francisco / Homilía | Fuente: ZENIT – Roma / 24 octubre 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Detrás de la rigidez hay siempre algo escondido, una doble vida, los rígidos no son libres, son esclavos de la Ley. Dios, sin embargo, dona la libertad, la mansedumbre, la bondad. Así lo ha indicado el papa Francisco en la homilía de la misa celebrada esta mañana en Santa Marta.
En el Evangelio del día, Jesús sana a una mujer en sábado provocando el enfado del jefe de la sinagoga porque “se ha violado la Ley del Señor”. Así, ha recordado que “no es fácil caminar en la Ley del Señor” es “una gracia que debemos pedir”. Por eso, Jesús lo acusa de ser hipócrita, una palabra que, recuerda Francisco, “repite muchas veces a los rígidos, a los que tienen una actitud de rigidez en el cumplir la Ley”, que no tienen la libertad de los hijos, “son esclavos de la Ley”. Sin embargo, “la Ley no se ha hecho para hacernos esclavos, sino para hacernos libres, para hacernos hijos”.
En esta línea, el Pontífice ha reconocido que “detrás de la rigidez hay algo escondido en la vida de una persona”. La rigidez no es un don de Dios. La mansedumbre, la bondad, la  benevolencia, el perdón, sí. “Detrás de la rigidez hay siempre algo escondido, en muchos casos una doble vida; pero hay también algo de enfermedad”. Asimismo, ha precisado que los rígidos sufren cuando son sinceros y se dan cuenta de esto. “Porque no consiguen tener la libertad de los hijos de Dios, no saben cómo se camina en la Ley del Señor y no son bienaventurados”, ha reconocido. De este modo, ha añadido que “parecen buenos porque siguen la Ley, pero detrás hay algo que no les hace buenos: o son malos, hipócritas o están enfermos”.
El papa Francisco ha recordado la parábola del hijo pródigo, en la que el hijo mayor se indigna con el padre por acoger de nuevo al hijo menor.
Esta actitud –ha explicado el Pontífice– muestra qué hay detrás de una cierta bondad: “la soberbia de creerse justo”.  Al respecto, el Santo Padre ha dicho que detrás de este hacer bien hay soberbia. El hermano mayor “era un rígido, caminaba en la Ley con rigidez”. Aún así, ha reconocido que “no es fácil caminar en la Ley del Señor sin caer en la rigidez”.


Por eso, para finalizar, el papa Francisco ha invitado a “rezar al Señor” por “nuestros hermanos y hermanas que creen que caminar en la Ley del Señor es convertirse en rígidos”. Que el Señor –ha pedido– les haga sentir que Él es Padre y que a Él le gusta la misericordia , la ternura, la bondad, la mansedumbre, la humildad. Y “nos enseñe a todos a caminar en la Ley de Señor con estas actitudes”.

No se puede anunciar el evangelio de Jesús sin el testimonio concreto de la vida. Lucas 13, 18-21. Martes XXX tiempo ordinario,

No se puede anunciar el evangelio de Jesús sin el testimonio concreto de la vida.
Lucas 13, 18-21. Martes XXX tiempo ordinario, Ciclo C. El grano de mostaza.


Por: H. Manuel Frutos LC | Fuente: www.missionkits.org



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, enciende mi corazón con el fuego de tu amor a fin de que, amándote en todo y sobre todo, pueda obtener aquellos bienes que no puedo por mí mismo ni siquiera imaginar y que has prometido Tú a los que te aman. Dios todopoderoso y eterno, Tú que lo puedes todo, aumenta mi fe, aumenta mi esperanza y aumenta mi caridad; y, para conseguir tus promesas, concédeme amar tus preceptos. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 13, 18-21
En aquel tiempo, Jesús dijo: “¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo?  Se parece a la semilla de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció y se convirtió en un arbusto grande y los pájaros anidaron en sus ramas”. Y dijo de nuevo: “¿Con qué podré comparar al Reino de Dios? Con la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina y que hace fermentar toda la masa”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Qué importante es que seamos esa semilla de mostaza que se entierra, que desaparece, para que se convierta en un árbol frondoso. El Reino de Dios es semejante a una semilla de mostaza. Esta parábola tan sencilla compara dos momentos de la historia de la semilla: cuando es enterrada (los inicios modestos) y cuando se hace un árbol (el milagro final). Por tanto, Jesús a través de este relato nos explica el crecimiento extraordinario de una semilla que se entierra en el propio jardín, a lo que sigue un crecimiento asombroso al hacerse un árbol. Al igual que esta semilla, el Reino de Dios tiene también su historia: el Reino de Dios es la semilla enterrada en el jardín, lugar que en el Nuevo Testamento indica el lugar de la agonía y de la sepultura del mismo Jesús; pero le sigue después el momento del crecimiento en el que llega a ser un árbol abierto a todos.El Reino de Dios, no se va a concretar, no se va a realizar en otro lugar o ambiente más que en lo concreto de la vida de cada uno. Es semilla en este jardín, es levadura en esta harina. El Reino de Dios se juega aquí, por eso el Papa Francisco nos recuerda constantemente que no se puede anunciar el evangelio de Jesús sin el testimonio concreto de la vida. Quien nos escucha y nos ve, debe poder leer en nuestros actos eso mismo que oye de nuestros labios y dar gloria a Dios.
¿Con qué poder comparar el Reino de Dios? Nos interroga el evangelio de hoy. Se parece a un poco a la  levadura que una mujer mezcló con gran cantidad de harina, hasta que fermentó toda la masa. El Reino de Dios es semejante a la levadura. La levadura se esconde en tres medidas de harina. Es suficiente meter una pequeña cantidad de levadura en tres medidas de harina para conseguir una gran cantidad de pan. Jesús anuncia que esta levadura, escondida o desaparecida en las tres medidas de harina, después de un tiempo, hace crecer la masa.
San Francisco de Asís decía a sus hermanos: “Prediquen el evangelio y si fuese necesario también con las palabras, prediquen con la vida, el testimonio, la incoherencia de los fieles y de los pastores entre lo que dicen y lo que hacen, entre la palabra y el modo de vivir, mina la credibilidad de la Iglesia”. Nuestro testimonio en la sociedad, mi testimonio concreto de vida coherente cristiana puede ser a mis propios ojos insignificante, mi fidelidad a Cristo y a su Evangelio puede parecerme poco e incluso inútil para la sociedad a la que nos enfrentamos cada día, pero el testimonio de la fe es valioso, cada detalle es importante, también el pequeño y humilde testimonio, también ése escondido de quien vive con sencillez su fe en lo cotidiano de sus relaciones con la familia, el trabajo, la amistad.Hay santos de cada día, santos ocultos suele decir el Papa Francisco, una especie de clase media de la santidad.
Que seamos capaces de construir cada día el Reino de Dios con una vida coherente, con una vida acorde a las exigencias del Evangelio, con una vida donde vayamos puliendo cada día todo aquello que son asperezas, para que nuestra fe sea realmente una forma de vida, para que nuestra fe sea como dice el autor del libro de los hebreos: “La seguridad de lo que no vemos y la certeza de lo que esperamos”.
“Jesús, cuando envía a sus discípulos para que lo precedan en las aldeas, les recomienda: “Digan primero: ‘¡Que descienda la paz sobre esta casa!’… ‘Curen a sus enfermos’”. Todo ello quiere decir que el Reino de Dios se construye día a día y ofrece ya en esta tierra sus frutos de conversión, de purificación, de amor y de consolación entre los hombres. ¡Es una cosa linda! Construir día tras día este Reino de Dios que se va haciendo. No destruir, construir.¿Con qué espíritu el discípulo de Jesús deberá desarrollar esta misión?”
(Homilía de S.S. Francisco, 3 de julio de 2016).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Pediré al Señor poder comprender mejor a los demás, saber colocarme en su situación, y cuando se me presente en el día de hoy alguna situación no juzgarles.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

lunes, 24 de octubre de 2016

IX encuentro de hermandades


Mirar hacia arriba. Cristiano de hoy Todo lo que tenemos es prestado, nada nos llevaremos, solo las obras buenas y la alegría de haber vivido llenos de Dios.

Mirar hacia arriba.
Cristiano de hoy

Todo lo que tenemos es prestado, nada nos llevaremos, solo las obras buenas y la alegría de haber vivido llenos de Dios.




Levanta la vista y con la mirada puesta en Dios, haz el bien, que es camino de la felicidad eterna. Iba un pequeño barco pesquero saliendo de la orilla del mar y ¡vaya movimiento que se siente en la pequeña embarcación!, se necesita ser muy del mar para no sentir el mareo y las ganas de bajarse y echar a correr.

La barquilla se movía graciosamente al ritmo de las olas, pero los marineros sufrían las consecuencias de aquel vaivén... uno de ellos recibió órdenes de subir a un mástil, y a medida que subía se sentía peor ... el capitán de aquel barco le gritó: SI NO QUIERES SENTIRTE MAL, MIRA HACIA ARRIBA...

Que bien nos viene esta pequeña anécdota a todos los seres humanos: si no queremos marearnos con las cosas atractivas de éste mundo, debemos mirar hacia arriba, implorar al cielo que nos llene de deseos espirituales, que veamos claro que en la vida no sólo se vive para comprar cosas y satisfacernos en todo, para así estar contentos y felices; que muy por el contrario, las cosas que llenan plenamente la vida no se pueden comprar... porque no tienen precio.

Que bien nos haría en nuestra vida MIRAR HACIA ARRIBA y pedirle a Dios:


  • Humildad para aceptar nuestra vida como es y conformarnos con lo que tenemos y con lo que somos, sin desear tener mucho...
     
  • Que nos llene el alma de amor para poder vivir una vida digna, para poder darle momentos bellos a los demás...
     
  • Ayuda para ser mejores, sencillos de corazón y vivir con alegría
     
  • Aprender a dar amor y a darnos a los demás con verdadera entrega y desprendimiento, sin esperar recibir todo de ellos.
     
  • Generosidad para compartir todo lo que El nos ha dado, como nuestros talentos y virtudes.
     
  • Fortaleza para no apegarnos a las cosas materiales... a nada ni a nadie, porque:
Todo lo que tenemos en esta vida es prestado por Dios, porque al final nada nos llevaremos, solo las obras buenas y la alegría de haber vivido una vida llena de Dios. Eso es lo único que podemos llevarnos de este mundo.

SANTORAL

SANTORAL

Antonio María Claret, Santo
Obispo y Fundador, 24 de octubre ...

Domingo Mundial de las Misiones 23 de Octubre 2016

Domingo Mundial de las Misiones
23 de Octubre 2016

Hoy celebramos la vocación misionera de la Iglesia


Por: Buena Prensa | Fuente: Vida del Alma



Cristo es el primer y fundamental misionero
Jesus vino a anunciarnos la Buena Noticia, a proclamar el año de gracia del Señor. Recorría las aldeas, proclamaba el amor del Padre a todos. Pasó haciendo el bien.
La Iglesia es misionera
Así como el Padre ha enviado a Jesus, así él nos dice "Vayan, pues y hagan discipulos a todos los pueblos bautizándolos... y enseñándoles a cumplir todo cuanto les he mandado" (Mt, 28, 19-20).
Cada cristiano debe ser misionero


La Iglesia es la comunidad de los creyentes, de los que unidos a Cristo por el Bautismo, participan de su misma misión.
Hay varias posibilidades de cooperar a las misiones en sentido estricto.
1. Atender el llamado del Señor al trabajo misionero, ingresando en un instituto religioso que tenga esa finalidad.
2. Como laicos, cooperar en un trabajo misionero, asociados a sacerdotes o religiosos, de por vida o por un tiempo específico.
3. Desde la vida y el trabajo de cada día, cooperar a las misiones con la oración, con las buenas obras y con la limosna.
¡Vayamos pues!

Qué hace un pastor. Juan 10, 11-16. Lunes XXX de tiempo ordinario.

Qué hace un pastor.
Juan 10, 11-16. Lunes XXX de tiempo ordinario. Ciclo C. El buen pastor da la vida por sus ovejas


Por: H. Javier Castellanos LC | Fuente: www.missionkits.org



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
“El Señor es mi Pastor, nada me falta. En verdes praderas me hace reposar. Me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas.  Me conduce por el sendero justo, por el amor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras nada temo porque Tú vas conmigo; tu vara y tu cayado me dan seguridad.  Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis adversarios. Me unges la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término”. (Salmo 23)
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 10, 11-16
En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: “Yo soy el buen pastor. El buen pastor da la vida por sus ovejas. En cambio, el asalariado, el que no es el pastor ni el dueño de las ovejas, cuando ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; el lobo se arroja sobre ellas y las dispersa, porque a un asalariado no le importan las ovejas.
Yo soy el buen pastor, porque conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí, así como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre. Yo doy la vida por mis ovejas. Tengo además otras ovejas que no son de este redil y es necesario que las traiga también a ellas; escucharán mi voz y habrá un solo rebaño y un solo pastor.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Jesús, gracias por ser mi pastor. Y no sólo un pastor bueno, sino el mejor de todos, el Buen Pastor. Yo soy una oveja más en este redil, y sin embargo me has mirado con un amor particular.
Tú me conoces mucho mejor de lo que yo mismo me conozco. Tú sabes bien lo que hay dentro de mi corazón: todas mis ilusiones, alegrías y esperanzas, todas las dudas, miedos y dolores. Pero no es un conocimiento teórico el que tienes Tú, sino que conoces con Amor. Cada vez que me miras, cada vez que piensas en mí, lo haces amando, con un verdadero interés en mí, tal cual soy. Gracias, Jesús, por conocerme, haz que yo te conozca también con el mismo amor, con el mismo interés por Ti.
No sólo me conoces, sino que das tu vida entera por mí. Ante la realidad de mi pecado y mi miseria Tú no huyes. Más bien todo lo contrario: viniste al mundo para salvarme. Has muerto en la cruz por mí y con tu propia sangre me has lavado, haciéndome una creatura nueva. Gracias porque me has tomado en serio y lo has dado todo por mí.
¿Cómo puedo corresponder a tu amor? Al preguntarme esto, me doy cuenta de una tercera cualidad que tienes como pastor. Me has querido compartir el mayor deseo de tu corazón: llamar a todos los hombres, hacer un solo redil y conducirnos al Padre. Me muestras tu deseo para que yo lo haga propio. Concédeme pagarte colaborando en la misión. Ayúdame a llevar a muchas personas cerca de Ti para que descubran tu inmenso amor por cada alma.
“El verdadero pastor, el verdadero cristiano tiene este celo dentro: que nadie se pierda. Y por esto no tiene miedo de mancharse las manos. No tiene miedo. Va donde debe ir. Arriesga su vida, arriesga su fama, arriesga perder su comodidad, su estatus, también perder en la carrera eclesiástica, pero es buen pastor”, ha precisado. Y ha añadido que “también los cristianos deben ser así. Es muy fácil condenar a los otros, como hacían estos -los publicanos, los pecadores- es muy fácil, pero no es cristiano ¿eh? No es de hijos de Dios. El Hijo de Dios va al límite, da la vida, como la ha dado Jesús, por los otros”.
(Homilía de S.S. Francisco, 6 de noviembre de 2014).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Viviré mi trabajo con un entusiasmo especial, ofreciéndolo a Cristo como expresión de mi gratitud y amor.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

jueves, 20 de octubre de 2016

Si la fe no va acompañada de las obras está muerta Catequesis del papa Francisco en la audiencia del miércoles 19 de octubre de 2016

Si la fe no va acompañada de las obras está muerta
Catequesis del papa Francisco en la audiencia del miércoles 19 de octubre de 2016

Entre las obras de misericordia se encuentra el llamamiento al hambre y a la sed: dar de comer a los hambrientos y de beber a los sedientos.


Por: Papa Francisco | Fuente: ZENIT – Roma /19 octubre 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco, en la audiencia general, ha recordado cuántas veces los medios de comunicación nos informan de poblaciones que sufren la falta de comida y de agua, con graves consecuencias. Y frente a estas noticias e imágenes, “la opinión pública se siente tocada” y “surgen de vez en cuando campañas de ayuda para estimular la solidaridad”. Esta forma de caridad “es importante”, ha precisado, “pero quizá no nos implica directamente”. Por eso ha recordado que, sin embargo cuando caminando por la calle, nos cruzamos con una persona necesitada, o un pobre llama a la puerta de nuestra casa, “es muy diferente” porque “no estoy ya delante de una imagen, sino que nos afecta en primera persona”.
  
Queridos hermanos y hermanas, buenos días.
Una de las consecuencias del llamado “bienestar” es la de conducir a las personas a cerrarse en sí mismas, haciéndoles insensibles a las exigencias de los otros. Se hace de todo para eludir presentando modelos de vida efímeros, que desaparecen después de algunos años, como si nuestra vida fuera una moda a seguir o para cambiar cada temporada. No es así. La realidad va acogida y afrontada por lo que es, y a menudo nos hace encontrar situaciones de necesidad urgente.
Es por esto que, entre las obras de misericordia, se encuentra el llamamiento al hambre y a la sed: dar de comer a los hambrientos y de beber a los sedientos. Cuántas veces los medios de comunicación nos informan de poblaciones que sufren la falta de comida y de agua, con graves consecuencias especialmente para los niños.


Frente a ciertas noticias y especialmente a ciertas imágenes, la opinión pública se siente tocada y surgen de vez en cuando campañas de ayuda para estimular la solidaridad. Las donaciones se hacen generosas y de esta forma se puede contribuir a aliviar el sufrimiento de tantos. Esta forma de caridad es importante, pero quizá no nos implica directamente. Sin embargo cuando, caminando por la calle, nos cruzamos con una persona necesitada, o un pobre llama a la puerta de nuestra casa, es muy diferente, porque ya no estoy delante de una imagen, sino que nos afecta en primera persona. Ya no hay distancia entre él o ella y yo, y me siento interpelado. La pobreza en abstracto no nos interpela, pero nos hace pensar, nos hace quejarnos; pero cuando ves la pobreza en la carne un hombre, de una mujer, de un niño, ¡esto nos interpela! Y por eso esta costumbre que tenemos de huir de los necesitados, de no hacernos o maquillar un poco esta realidad de los necesitados con las costumbres de moda. Así nos alejamos de esta realidad. Ya no hay distancia entre el pobre y yo cuando me lo cruzo.
En estos casos, ¿cuál es mi reacción? ¿Aparto la mirada y paso de largo? ¿O me paro a hablar y me intereso por su estado? ¿Veo si puedo acoger de alguna manera a esa persona o trato de liberarme lo antes posible? Pero quizá pide solo lo necesario: algo de comer y de beber. Pensemos un momento: cuántas veces recitamos el “Padre Nuestro”, y no prestamos realmente atención a estas palabras: “Danos hoy nuestro pan de cada día”.
En la Biblia, un Salmo dice que Dios es aquel que da “el alimento a todos los vivientes” (136,25). La experiencia del hambre es dura. Lo sabe quien ha vivido periodos de guerra o de carestía. Y también esta experiencia se repite cada día y convive junto a la abundancia y al derroche. Son actuales las palabras del apóstol Santiago: “¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso esa fe puede salvarlo? ¿De qué sirve si uno de ustedes, al ver a un hermano o una hermana desnudos o sin el alimento necesario, les dice: «Vayan en paz, caliéntense y coman», y no les da lo que necesitan para su cuerpo? Lo mismo pasa con la fe: si no va acompañada de las obras, está completamente muerta” (2,14-17). Siempre hay alguno que tiene hambre y sed y necesita de mí. No puedo delegar en nadie. Este pobre necesita de mí, mi ayuda, mi palabra, mi compromiso.
Es también la enseñanza de esa página del Evangelio en la que Jesús, viendo tanta gente que lo seguía desde hace horas, pide a sus discípulos: “¿Dónde compraremos pan para darles de comer?”.(Jn 6,5). Y los discípulos responden: “Es imposible, es mejor que los despidas…”. En cambio Jesús les dice: “No. Denles de comer ustedes mismos” (Cfr. Mt 14,16). Recoge los panes y los peces que tenían consigo, los bendice, los parte y los hace distribuir a todos. Es una lección muy importante para nosotros. Nos dice que el poco que tenemos, si lo confiamos a las manos de Jesús y lo compartimos con fe, se convierte en una riqueza superabundante.
El papa Benedicto XVI, en la encíclica Caritas in veritate, afirma: “Dar de comer a los hambrientos es un imperativo ético para la Iglesia universal […]  El derecho a la alimentación y al agua tiene un papel importante para conseguir otros derechos. […] Por tanto, es necesario que madure una conciencia solidaria que considere la alimentación y el acceso al agua como derechos universales de todos los seres humanos, sin distinciones ni discriminaciones (n. 27). No olvidemos las palabras de Jesús: “Yo soy el pan de vida” (Jn 6,35) y «quien tenga sed venga a mí» (Jn 7,37). Son para todos nosotros creyentes una provocación a reconocer que, a través del dar de comer a los hambrientos y dar de beber a los sedientos, pasa nuestra relación con Dios, un Dios que ha revelado en Jesús su rostro de misericordia.

Santoral


Santoral

Adelina, Santa
Abadesa, 20 de octubre...